¿Eres fan de las croquetas pero te dan miedo la fritura y los rebozados? Te mostramos 3 trucos para hacer croquetas light sin tener que renunciar al sabor o la textura de unas auténticas croquetas de bar. Y, ¡te las puedes comer sin remordimientos!
El periódico online El Confidencial publicó esta semana nuestros trucos para hacer croquetas sin remordimientos bajo el lema “Tres trucos y una receta para hacer croquetas más saludables” que puedes consultar en este enlace.
Los 3 pasos a seguir para preparar croquetas light y comérteles sin remordimientos:
1. Elige un relleno ligero
Gracias al Mix Instant Bechamel en frío de Santa Rita Harinas no solo puedes preparar masa para croquetas en apenas 2 minutos y sin ni siquiera tener que encender el fuego, sino que también puedes hacerlas con el relleno de tu elección. Además, no necesitarás aceite ni mantequilla.
Aquí van algunos consejos para reducir calorías:
- Sustituye la leche por caldo de verduras, con nuestro preparado conseguirás una textura igualmente cremosa.
- En lugar de jamón, chorizo o morcilla prueba a hacer croquetas de verduras (espárragos, puerros…) o setas (nunca imaginarías lo sabrosas que pueden ser unas croquetas de boletus elaboradas con el mismo agua de rehidratarlas).
2. Escoge un rebozado light
¿Conoces el panko japonés? Se trata de un pan rallado en escamas en cuya elaboración se usa solamente la miga. De ahí, que sea mucho más ligero y saludable, pues absorbe menos aceite y, por tanto, consigue rebozados menos calóricos, más digestivos e incluso, ¡más crujientes! También da un excelente resultado granitado en el horno.
3. Fríe a la temperatura adecuada
La fritura es una ciencia y cómo tal tiene sus intríngulis. Para obtener una resultado óptimo es necesario freír a la temperatura adecuada, ya que, si freímos por debajo de la temperatura idónea alargaremos el tiempo que los alimentos permanecen dentro del aceite y consiguiendo que aborban más aceite, agregando así más calorías a nuestras croquetas. Si, por el contrario, el aceite está demasiado caliente, tus croquetas se acabarán agrietando, penetrando así el aceite en el interior del alimento.
La temperatura ideal para freír croquetas se encuentra entre los 170 ºC y 180 ºC. De esta forma, conseguirás un rebozado crujiente que absorba solo la cantidad imprescindible de aceite.
Y ahora, toca aplicar lo aprendido para que compruebes por ti mismo que la fritura puede formar parte de una dieta equilibrada.
Echa un vistazo a nuestra receta: